domingo, 29 de diciembre de 2013
Llamar la atención sin intención
El 24 me tocó a mí ir al supermercado. Y no, no es porque sea el uruguayo tipo que "deja todo para último momento". Es que a último momento siempre queda algo más. En resumen, estaba en la fila del supermercado, precisamente la del Géant, que es una fila para todas las cajas, y como no disponía de un carro y tenía más cosas de las que podía en mis manos, (incluyendo vasos de vidrio), no tuve más brillante idea que intentar dejar apoyado un pan flauta en una "góndola", por así llamarlo, porque no estoy bien segura de cuál es el nombre correcto. Calculé mal, le pegué con el pan y terminé por vaciar casi toda la góndola, que para mi desgracia se cayó una incontable cantidad de paquetes de Lay's pero ni siquiera del lado que estaba yo. Me intenté agachar, (todavía no entiendo para qué), y estuve a un paso de romper los vasos que tenía. Conseguí hacer un desparramo brutal en cuestión de menos de un minuto y se vieron frustradas mis ganas de sacar la lata de abajo en un supermercado...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario